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NUTRINFOXICACIÓN

Hoy me he levantado con ganas de inventarme una palabra y el resultado lo podéis ver en el título de este post.

NUTRINFOXICACIÓN

Utilizando el juego de palabras que utiliza Luis Piedrahita en sus intervenciones en el programa La Ventana de la Cadena Ser, he formado una palabra partiendo de otras dos: Infoxicación (información tóxica que recibimos diariamente a través de las redes y otros medios) y Nutrición (Ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo), quedando una definición, parafraseando a Luis Piedrahita, tal que así:

Nutrinfoxicación: Dícese de la información que recibimos en materia de alimentación a lo largo del día, a través de diferentes medios, capaz de crear en nuestra cabeza un batiburrillo de datos que consigue crear confusión entre la población en nuestra forma de alimentarnos pero que al mismo tiempo nos otorga potestad para opinar sobre los beneficios, incluso creyendo llevar razón, delante de familiares y amigos por el simple hecho de verlo en la televisión o por cumplir la regla del “amimefuncionismo”.

CANALES POR LOS QUE CIRCULA LA NUTRINFOXICACIÓN

* Radio y Televisión: A través de publicidad, donde juegan al límite de lo legal o incluso lo traspasan, o a través de la opinión de “profesionales” no formados, no actualizados y/o con conflictos de interés que participan en programas.

* Escaparates: Las farmacias, centros herbolarios, supermercados, gasolineras, vallas publicitarias, flyers, etc.

lanzan una cantidad de mensajes contradictorios de forma subliminal que consiguen únicamente liarnos.

* Amigos, vecinos, familiares y cuñados: La opinión no experta de la gente que nos rodea influenciada además por los mensajes que, al igual que tú, recibe por diferentes medios, incrementando la desinformación entre la población y apareciendo los conocidos mitos nutricionales.

* Redes sociales: La opinión libre y gratuita a través del empoderamiento que ofrecen las redes sociales y la virtud que tienen éstas para llegar a mucha gente sin apenas esfuerzo.

* “Malcentes” y otros “profesioMALes”: Aprovechando este término acuñado por Aitor Sánchez (Mi Dieta Cojea), los profesionales no actualizados o con conflictos de interés también contribuyen a una nutrinfoxicación de la población. Incluimos en este punto docentes, desde las guarderías hasta las Universidades, profesiones sanitarias o profesiones que pueden llegar a influir en un gran número de personas.

* Publicidad: Me reservo la opinión si es intencionado o no, pero la publicidad alimentaria por el medio que sea, confunde más que aclara. Claro está que aquí el objetivo no es informar con veracidad sino vender.

* Pseudociencia, chamanes, charlatanes y alimentación alternativa: Aún no se ha demostrado que haga bien a nadie y sí que puede causar todo lo contrario.

* Bibliografía: Intereses comerciales provocan que cualquiera pueda escribir un libro y su venta dependerá más de la publicidad y del eslogan o nombre del libro que de su evidencia científica.

CÓMO LUCHAR CONTRA LA NUTRINFOXICACIÓN

Desde mi humilde opinión, con respeto, con trabajo y con evidencia científica. Somos cada vez más los profesionales de la alimentación los que trabajamos para intentar desmontar mitos, crear contenidos veraces y fáciles de entender. Y muchos además intentamos formar a futuros profesionales para que los mensajes que transmitan lleven la evidencia científica por bandera. Valga un ejemplo, organizamos y participamos el pasado 27 de Enero en unas Jornadas de Divulgación Científica en las que participaron profesionales de la nutrición, de las matemáticas y de la divulgación científica.

¿HAY FRAUDE EN LA EVIDENCA CIENTÍFICA?

En dichas jornadas de divulgación científica, hablamos del tema y es que no todo vale cuando hablamos de evidencia científica. ¿Qué es evidencia científica? ¿Que aparezca un estudio en una revista o periódico cualquiera?, ¿Que lo diga alguien relevante?, ¿Que aparezca en revistas de investigación? Nada de eso lo acredita para que pueda tener una buena evidencia científica. Aprovechando este tema, y utilizando uno de mis esquemas (Los esquemas de Griselda) explicaba una ruta sencilla para identificar si puede ser un buen estudio o no:

Como ya decía anteriormente, es difícil luchar contra la nutrinfoxicación y habéis podido comprobar que no es tarea sencilla discriminar entre un estudio bueno y uno malo. Y peor si no eres profesional del sector.

Si eres una persona ajena a la nutrición pero te preocupa tu alimentación y la de tu familia tal vez tengas que tener en cuenta estos 10 consejos fáciles de cumplir:

1. Si el alimento se publicita, no lo compres.

2. Si la etiqueta tiene más de 3 ingredientes, no te interesa.

3. Come más frutas, verduras y legumbres que del resto de alimentos.

4. Bebe agua y no consumas alcohol.

5. Los alimentos enriquecidos no te van a aportar nada que no puedas conseguir con una alimentación saludable, a no ser que tengas unas necesidades muy concretas.

6. Mientras menos azúcar, refinados, sal y grasas no saludables mejor.

7. Prioriza los alimentos integrales, pero integrales de verdad.

8. Mientras menos procesado, mejor.

9. Mejor cocinar al horno o al vapor, que fritos.

10. Si compras alimentos de temporada ganarás en sabor y ahorrarás dinero y si además son productos locales, colaboras con el medio ambiente y con la economía local.

 

Griselda Herrero, dietista-nutricionista

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