
Sí, hoy hablamos de tallas. ¿Qué significa la palabra “talla”? Buscamos en la RAE (Real Academia Española) y encontramos esta definición (en referencia al tallaje de ropa): “Medida convencional usada en la fabricación y venta de prendas de vestir.”
Pero, ¿en qué se ha convertido realmente la palabra talla?. Preguntamos a personas de entre 20-40 años, mujeres y hombres: ¿qué es para ti la palabra TALLA? Y exceptuando 3 personas que señalaron una definición parecida a la RAE; el resto de definiciones tornaban similares a estas seleccionadas e incluso se repetían:
Etiqueta
Medida
Lo que quieren las tiendas que midas
La talla debería hacer referencia a las medidas. El problema es que actualmente ha tomado connotaciones de delgadez o gordura, a parte de que no tiene un sistema fiel de medidas: dependiendo del fabricante podemos encontrar dos tallas iguales que representan medidas muy distintas.
¿Qué está pasando?
La talla es una etiqueta, y una medida. Hasta aquí no hay nada preocupante pero ¿quién categoriza dichas etiquetas y qué pasa cuando una misma etiqueta es diferente según la marca de ropa que usemos? Aquí es donde comienzan los problemas.
Hace unas semanas, Ana Belén Rivero subía esta foto a Instagram:
“La ruleta de la talla 38” es un reflejo muy real de lo que ocurre en las tiendas de ropa actualmente; y que también lo señalaba una de las chicas que respondió a nuestra pregunta:
“no tiene un sistema fiel de medidas; dependiendo del fabricante podemos encontrar dos tallas iguales que representan medidas muy distintas”
Pero vayamos a las propias tiendas… elegimos pantalones de diferentes marcas y tallas y la sorpresa es aún mayor:
Esto supone no sólo una contradicción sino una falta de uniformidad en los criterios que se utilizan para las tallas, dado que no es lógico que una misma persona, con el mismo cuerpo, pueda tener ropa de 3 tallas diferentes.
¿Cómo puede dañar psicológicamente este tipo de variabilidad en los tallajes?
Todos sabemos que socialmente (y por desgracia) tener una talla 42 está asociado a “gordura”, tanto es así que a partir de la 46 tenemos marcas de ropa “especiales” para “esas tallas”. Y si unimos esto al hecho de que la delgadez extrema se ha asociado durante años al canon de belleza, constancia, perseverancia, responsabilidad, orgullo, etc., al final tenemos el caldo de cultivo perfecto para crear futuros problemas de alteraciones en la conducta alimentaria.
Y no dejaros engañar por la publicidad…. Nos venden las tallas en “tiendas especiales para esas tallas (me niego a poner talla grande una 46)” con publicidad sobre autoestima, aceptación… y un largo etc.
¿Aceptación? ¿Autoestima? ……… ¿Acaso comprar en una tienda diferente, señalada, y con una doble etiqueta (tallaje irreal y supuestas tallas grandes), tiene que mejorar la autoestima? Pues NO, no mejora nada…más bien aumenta el problema.
Con este tipo de actuaciones: tallas diferentes que supuestamente son iguales, tallas grandes o pequeñas señaladas y apartadas, tallas asociadas a connotaciones negativas; lo único que estamos haciendo es:
- Fomentar la comparación social de forma negativa.
- Asociar una etiqueta como sinónimo de logro.
- Etiquetar de forma errónea el cuerpo.
- Fomentar alteraciones alimentarias.
- Restricciones alimentarias.
- Comer emocional.
¿Y ante esto qué podemos hacer?
Es muy difícil (aunque muchos luchamos cada día para lograrlo) cambiar de una vez y establecer un sistema universal y real de medida en cuestión de tallas. Pero mientras esto ocurre, la posibilidad del cambio está en nosotros mismos. Si no te queda bien la S o la talla 36, no dejes de probarte una 38; y lo más importante no te sientas mal por ello. Que para esa marca o tienda de ropa la 36 sea 4 centímetros más pequeña que tu ropa habitual, no debe hacerte pensar que tengas un problema o que debas adelgazar.
Y lo mismo ocurre con las tallas pequeñas… ¿cuántos supuestos vestidos de la XS tienen un escote para un tallaje de pecho muy superior a la XS?. Así que esto es para todos, los más grandes, los más pequeños, los más gordos y los más delgados: La talla que pongan en la ropa que llevas no significa nada, no describe tu físico; así que no le des el poder de hacerte sentir mal.
Cristina Andrades
Los fabricantes de ropa crean un auténtico caos y confusión cuando distintas tallas de distintas marcas resulta que sirven para la misma persona ( o si se quiere de otra forma: una misma talla en dos prendas de dos marcas una te queda grande y la otra bien) poniendo además en las etiquetas que es para una persona pequeña, grande o mediana (subjetivo y además fuente de posibles traumas y complejos). Para saber si estás gordo o flaco ya existen profesionales médicos que te pueden asesorar sobre tu peso.”No entiendo cómo por ley no se obliga a poner en el etiquetado las medidas en centímetros que tiene cada prenda utilizando el sistema métrico internacional y acompañada de una letra normalizada al menos en cada país y mejor internacionalmente que se pueda asociar a esas medidas.
Recuerdo que mi profesor de instituto quitaba puntos en un examen cuando en la solución de un problema poníamos un número, por ejemplo 42 , y nos preguntaba: ¿42 qué? ¿litros? ¿garbanzos? ¿Kilómetros? Mi camisa pone talla 42 ¿42 qué? pregunto