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¡Qué inocente!

No sé si es casualidad o son los años (desde ayer, uno más), pero últimamente veo mucho listillo suelto que trata de aprovecharse de la inocencia (o desesperación) de los demás. En los meses finales del año hemos pasado por cursos de alimentación inteligente, productos innovadores para deportistas que no lo son tanto, carne con sabor humano, depuraciones con carísimos zumos de frutas, nuevos balones intragástricos virtuales, venta de productos mediante estafa piramidal… y así podría seguir y ocupar todo el post (pero no voy a hacerlo, podéis leer el Top 5 de 2014 por @juan_revenga).

Post15-Inocente

Me da mucha rabia que se tire por tierra tanto trabajo que nos cuesta a los profesionales sanitarios para luchar en contra de estas estafas, con lo difícil que es, y lo fácil que a ellos les resulta hacerse creer y llegar a todo el mundo. ¿Qué está pasando? ¿Somos los profesionales que no sabemos hacerlo? ¿Son los “aprovechados” que saben hacerlo demasiado bien (o tienen más dinero, eso seguro)? ¿Es la población que no se quiere quitar la venda de los ojos? Admitamos cada uno nuestra parte de responsabilidad, porque TDOOS la tenemos. Evidentemente si a uno le dicen que tomado una pastillita (que no supone esfuerzo) no va a engordar aunque coma de todo o va a estar tan depurado que no se va a conocer, pues claro, es difícil no compararla. Pero, señores, apliquemos un poco el sentido común y pensemos antes de actuar. ¿De verdad creemos que existen los milagros? ¿De verdad pensamos que las personas que aparecen como imagen de estos productos (las modelos, actrices y demás que nos venden un cuerpo 10) están así por tomarse esa pastillita? ¿En serio? Si la respuesta es sí, es que hay mucho más inocente de lo que yo pensaba… Venga, hombre!!! ¿No será más una cuestión de dejadez que de sensatez? Ahora que va a empezar el nuevo año, todos nos planteamos propósitos nuevos, así que a ver si uno de ellos es dejar de ser tan inocentes o quererlo conseguir todo tan fácil. ¿Nunca has tenido que trabajar duro para lograr algo? ¿Y qué has sentido cuando has alcanzado el objetivo? Para conseguir algo es necesario trabajar y hacer, en mayor o menor medida, algo de sacrificio. “El que algo quiere algo le cuesta” dice el refrán popular, y como otros muchos lleva toda la razón. Nadie regala nada, eso te lo aseguro.

Dietas milagrowww.roserrubinat.com

Bien, ¿y cómo identificamos estos productos, métodos o modelos que prometen mucho y consiguen poco? Pues muy fácil, para saber cuándo nos están tomando por inocentes (o idiotas) y no caer en la trampa, hay que saber que cualquier dieta milagro cumple alguna de estas premisas (puedes consultar los criterios que establece la AECOSAN, Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria):

–          Prometer resultados muy rápidos (más de 5 Kg por mes), utilizando palabras como “milagroso”, “sin esfuerzo”, “secreto”, “remedio”, “mágico”, “natural”, “seguro, sin riesgo para la salud”, “científico”, etc.

–          No están documentadas científicamente (o se basan en un solo estudio realizado con pocos sujetos) y puede prescribirlas cualquiera, incluso uno mismo, sin ser profesional sanitario.

–          Eliminan el consumo de uno o varios alimentos, quedando prohibidos.

–          Incluyen o recomiendan el consumo de productos que, normalmente, suele vender el inventor de la dieta. Estos productos, además, suelen ser caros, y normalmente se podrían sustituir por alimentos.

También puedes consultar este sencillo Test que publicó Eroski Consumer (por @JulioBasulto_DN) para ayudarte a desenmascarar dietas milagro:

Test dietas milagro

O bien aprender a elegir tu propia dieta milagro mediante el siguiente algoritmo (por Aitor Sánchez, @Midietacojea):

Post15-Algoritmo

Bien, pues una vez sabemos identificar a toda esta panda de personas (que son muchas) que tratan de tomarnos por inocentes (=tontos), sólo me queda recomendaros que siempre que se trate de vuestra salud, por favor, acudáis a un profesional sanitario. Y si se trata de dietas, nutrición o alimentación, busca un dietista-nutricionista (hacemos mucho más que poner dietas) que te ayudará sin que tu salud se resienta.

¡Y que viva la inocencia, pero nunca a costa de la salud!

«Disfruta de la vida, o al menos, come bien»

 

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